Código Integridad y Ética del Facilitador Experiencial IFS

1. Los principios y valores fundamentales del Código de Ética del Facilitador Experiencial

Este documento pretende servir como guía además de referencia informativa e inspiración para los colegas, clientes, participantes y destinatarios de cada una de nuestras actividades profesionales para conocer y ayudar a tomar las mejores decisiones considerando que en el día a día nos enfrentamos o somos testigos de situaciones que pueden comprometer nuestros principios y valores. A veces estas situaciones no son totalmente claras o fáciles de resolver por diferentes aspectos y situaciones, motivo por el cual nos entran dudas al respecto. La respuesta a todo esto es la consulta a nuestro CÓDIGO DE ÉTICA PROFESIONAL DEL FACILITADOR EXPERIENCIAL IFS que intenta con integralidad resumen el perfil de un Facilitador Experiencial íntegro y comprometido en su desempeño en presencialidad y virtualidad.

Es verdad que no se puede tener respuesta para todo, más aún con el rápido avance de la tecnología y como están cambiando las cosas en este mundo globalizado, pero sí es fundamental establecer que quien fuera conocedor de una situación potencialmente contraria a nuestros principios y valores, ya sea como actor, observador o destinatario tiene el compromiso primero de evidenciarlo y advertirlo de la mejor manera y de no corregirse denunciarlo para proteger y enaltecer esta profesión que hemos elegido.

Por tanto, esto forma parte de la esencia de cada miembro de IFS, de cómo se comporta diariamente, de las decisiones que adopta, de la imagen genuina que transmite, de la actitud y respeto a los terceros, colegas, participantes o clientes. Es una responsabilidad individual ineludible que nos compromete con nosotros mismos y con los demás. Violar el código ético se considera un hecho grave que entraña consecuencias para el infractor o para quien siendo conocedor no lo denuncia.

Estos principios y valores fundamentales se basan en:

Integridad, objetividad, competencia, confidencialidad, conducta, solidaridad, equidad de género y diversidad, interculturalidad y pluralismo, dignidad humana, integridad, inclusión, respeto, tolerancia, calidez, lealtad, compromiso, responsabilidad, integración, transparencia, cuidado profesional, seguridad y excelencia.

Principios y valores fundamentales Profesionales

a)  Integridad. Es la rectitud honorable de la veracidad, lealtad y respeto en las relaciones de negocios y la prestación de los servicios profesionales y personales.

b) Objetividad. Es la imparcialidad consciente para evitar prejuicios, conflictos de interés o influencia indebida de terceros que puedan afectar la independencia y el juicio profesional.

c) Competencia. Es amparar la calidad del conocimiento y la diligencia con sensatez en el desarrollo de virtudes y habilidades, acorde a las circunstancias y actividades de los servicios contratados o determinados por cada cliente o entidad.

d) Confidencialidad. Es respetar la confianza depositada en reserva de la información obtenida como resultado de relaciones de trabajo o de negocios, sin afectar la transparencia y rendición de cuentas a que haya lugar por el desempeño de los servicios prestados.

e) Conducta. Es el proceder con prudencia y conocimiento en el cumplimiento legal, normativo y reglamentario para evitar cualquier acción que desacredite a la profesión.

2. De la conducta e impecabilidad del facilitador

El facilitador experiencial IFS se caracteriza por el más alto compromiso con altos estándares de calidad y desempeño, siendo coherente con sus actos y modelo de conducta. Se determinan designado cuatro pilares en este aspecto los cuales son:  Calidad en el comportamiento, diagnóstico, diseño  y ejecución.

Calidad en el comportamiento 

El facilitador debe procurar un comportamiento intachable, de respeto y cuidado hacia la audiencia en todo momento. Debe actuar dentro del marco de los valores de conducta modelados por el facilitador experiencial. 

El facilitador debe ser un modelo de conducta, coherente y predicar con el ejemplo, buscando incansablemente mantenerse en vanguardia en relación a los contenidos que desarrolla. Debe distinguirse por su manejo profesional e impecabilidad de su trabajo, demostrando que sigue una metodología y procesos comprobados de desempeño. 

Deberá asegurar la excelencia en la entrega de su propuesta de valor y guardará una estricta confidencialidad de cada proceso que tenga participación, garantizando así un cuidado profesional a toda información que tenga acceso. 

Calidad en el diagnóstico 

El facilitador deberá procurar hacer un levantamiento apropiado de necesidad de cada cliente, identificando la problemática real y sus posibles causas. Usará mecanismos participativos que permitan lograr un mayor entendimiento de la situación actual del equipo u organización. 

Actuará desde el principio “La gente apoya lo que ayuda a crear” (Ernesto Yturralde) involucrando de forma activa e intencional a la parte interesada antes, durante y después de la etapa de diagnóstico. 

Deberá ser transparente con el cliente en la medida que confirme que no cuenta con las competencias o habilidades para abordar determinadas problemáticas, brindando así, y en la medida de lo posible, opciones u orientación para que pueda lograrlo. 

Calidad en el diseño 

El facilitador deberá analizar cuidadosamente las informaciones levantadas a fin de diseñar la experiencia de aprendizaje de manera tal que responda a la problemática real del cliente y establecer el objetivo general del taller y sus objetivos específicos fundamentados en las necesidades detectadas. 

El facilitador seleccionará deliberadamente las actividades pertinentes acorde a la audiencia, entorno y objetivos planteados y estudiará el escenario previamente a fin de poder elegir las actividades acordes a los espacios disponibles. 

Calidad en la ejecución 

El facilitador cuidará el proceso de ejecución – tanto virtual como presencial – en cada etapa de la experiencia de aprendizaje y se asegurará de cuidar los detalles correspondientes a la experiencia de los participantes, en cada uno de los detalles: digitales, impresos y audiovisuales.

Deberá agotar el programa dentro del marco de tiempo establecido, respetando la calidad de la ejecución y evolución del equipo de trabajo y deberá estar poderosamente presente a fin de estar consciente del desempeño del equipo y poder tomar decisiones de cambios o ajustes que deba hacer con el objetivo de lograr los resultados. 

Cuidará las fuentes de información y recursos de contenido, dando el apropiado crédito cuando así lo amerite y procurará generar compromisos que generen valor y fomenten la ejecución posterior al programa, ayudando a los participantes a establecer metas alcanzables, específicas y con sus respectivos responsables. 

3. De la Seguridad de los participantes

Un programa de desarrollo, entrenamiento o facilitación debe tener definido, no sólo cómo desarrollar las actividades, sino también la forma en que debemos garantizar el PROTOCOLO DE BIOSEGURIDAD así como la SEGURIDAD FÍSICA y EMOCIONAL de los participantes para lograr el objetivo del aprendizaje experiencial de forma exitosa. En este sentido, todo ejercicio de facilitación debe permitir a los participantes disfrutar y aprender de una experiencia que se muestre impecable y coherente de principio a fin, teniendo un especial cuidado de la integridad de los participantes.

El facilitador debe aplicar y cumplir con las normas establecidas en cada país sobre los temas de seguridad en general y específicamente los que tienen que ver con la integridad de los participantes. Así mismo, debe tener en cuenta las políticas de seguridad establecidas en los lugares donde se desarrollarán los talleres.

Atención al participante

El facilitador es responsable que el participante se sienta bienvenido a la jornada virtual o presencial que va a emprender.  El facilitador debe procurar brindar al participante toda la información básica, en términos logísticos (horarios, sanitarios y similares), que el mismo pueda requerir, para asegurar que la jornada de facilitación, sea exitosa.

Las horas de la oferta de aprendizaje deben establecerse en un período de tiempo limitado en el que los participantes deben ser capaces de adquirir los objetivos pedagógicos establecidos. 

El facilitador tiene la responsabilidad de manejar un número de temas adecuados para que el participante pueda internalizarlos, de modo que llegue a cumplir con el qué, el cómo y el momento que de cada experiencia vivida. El facilitador debe asegurar que el participante no perciba el volumen del contenido, ni relajado en exceso, ni en el otro caso, demasiado abrumador. 

El facilitador es responsable de clarificar y definir las expectativas que tenga el participante para la experiencia. Definir junto con ellos los «acuerdos de honor» de la sesión y clarificar al participante el rol que ambas partes juegan como «socios del aprendizaje». 

Seguridad física del participante

El facilitador es responsable de validar las salas virtuales e inspeccionar el área y las instalaciones donde se llevará a cabo el proceso de aprendizaje presencial, garantizando que cumplan con las condiciones de seguridad física que se requieran para minimizar la exposición al riesgo al que puedan estar sometidos los participantes. La inspección de las instalaciones incluye áreas externas, internas y de uso común de los participantes. 

La inspección de las áreas deberá realizarse en tres partes o momentos, como mínimo: al menos un mes antes de la jornada, un día antes y el mismo día de la jornada, un mínimo de dos horas antes de la actividad.

El facilitador debe acoger el protocolo de seguridad existente en el lugar donde realiza sus jornadas de talleres, a fin de prevenir cualquier eventualidad que se presente dentro del proceso. Así mismo, debe cerciorarse que el lugar establecido para los talleres cuenta con las pólizas de seguridad y apoyo de primeros auxilios por si se presenta una eventualidad.

Alimentación de los participantes en talleres presenciales

Si dentro del taller se ofrece algún tipo de alimentación, el facilitador debe garantizar que ésta tenga las condiciones requeridas de bioseguridad, para velar por la salud y bienestar de los participantes.  

En cuanto a la alimentación así mismo, el facilitador debe comunicar a los participantes sobre los componentes de la misma, para de esta manera evitar cualquier tipo de situaciones que tengan que ver con alergias o enfermedades. Así mismo, tener en cuenta condiciones de alimentación específicas que puedan influir en la escogencia de este tipo de servicios para los participantes.

Un facilitador no vende alimentación, estos son servicios adicionales que se pueden ofrecer como complementos. Para ello, es importante asegurarse que el proveedor garantice las condiciones de bioseguridad requeridas para este tipo de productos.

Conciencia del participante de la seguridad 

El participante es responsable de su propia seguridad y el facilitador podrá hacer un llamado de atención si fuera necesario, para que las instrucciones de seguridad sean cumplidas y respetadas. El participante podrá indicar si observa condiciones inseguras, tanto en las instalaciones, o como producto de las actitudes de algún participante. El facilitador tiene la responsabilidad de transmitir que cada participante tiene el compromiso y la responsabilidad de cuidar de la seguridad de los otros.

Elementos de facilitación y PROPS

El facilitador velará porque los elementos de cuerdas bajas que utilice dentro de sus talleres tengan las especificaciones técnicas adecuadas, las cuales se recomiendan en el anexo adjunto de elementos de cuerdas bajas. El facilitador debe garantizar los elementos de seguridad requeridos para los talleres realizados con cuerdas bajas, que garanticen la integridad del participante, estos son: cascos y guantes.

El facilitador debe utilizar en todos los casos, elementos de excelente calidad de acuerdo a las especificaciones técnicas y de seguridad, los cuales garanticen el bienestar y la integridad de los participantes.

El facilitador debe dar la opción en los talleres de cuerdas a los participantes del reto por opción, de tal manera que de acuerdo a sus capacidades o condiciones físicas, pueda elegir si realiza el reto o no.

Los PROPS utilizados por el facilitador deben estar en perfecto estado y en ningún caso pueden ser de riesgo para la seguridad e integridad de los participantes.

Seguridad en la información

El facilitador debe garantizar la confidencialidad de los datos del participante y en ningún caso puede divulgar cualquier tipo de información de los mismos sin su autorización.

4. De la conexión con los clientes

Previo a la realización del Proceso 

El Facilitador Experiencial deberá demostrar valores de excelencia profesional desde el primer contacto con el cliente.  Ser honesto en cuanto a la posibilidad de llevar adelante o no, el requerimiento específico de cada cliente, sin generar falsas expectativas, y sin improvisar generando riesgos para el cliente. 

Conducirse con Ética e Integridad, ser su palabra y respetar acuerdos, desde el más simple hasta el más complejo, asegurando la excelencia en la entrega de sus servicios, cumpliendo con responsabilidad sus promesas de valor.

Mantener durante toda la conexión con su cliente la Impecabilidad, desarrollando alta calidad en los servicios brindados. Comprometerse a “guardar confidencialidad” de los procesos que conduce, de la información protegida del cliente, y de las conclusiones que surgirán del proceso llevado a cabo con los colaboradores de la empresa. 

Ser puntual, desde el minuto uno en la conexión con el cliente, en cada reunión, en la entrega de propuestas, en cada proceso llevado adelante, así como en las devoluciones posteriores que se comprometa a entregar al cliente. 

Generar acuerdos con en el cliente en cuanto a la “responsabilidad social” que se pondrá en juego en cada proceso, generando en los colaboradores de la empresa cliente, la conciencia sobre el deber que poseen los individuos, miembros de una sociedad o empresa, de contribuir voluntariamente para una sociedad más justa y de para proteger el medio ambiente.

Durante la Realización del Proceso presencial o virtual

El Facilitador Experiencial deberá demostrar valores de excelencia profesional durante la realización del proceso, tanto en la conexión grupal, como en la conexión particular con cada colaborador de la empresa cliente. 

Ser íntegro y coherente en lo personal y profesional, cuidando a las personas y a los equipos de manera tal, que logren los aprendizajes en un marco de respeto, cooperación y diversión. 

Actuar con respeto a cada persona con la que interactuamos, es uno de los principios fundamentales de Facilitador Experiencial. Tener la mente y corazón abiertos para conocer y entender los valores culturales, sociales y morales que definen a cada ser humano, donde el respeto mutuo, garantiza una forma armoniosa de convivencia. Velar por el reconocimiento de cada persona como un ser autónomo, único y libre. Reconocemos que cada persona tiene el derecho y la capacidad de tomar sus propias decisiones. El respeto a los demás es una actitud permanente, de palabra y de hechos, y una forma de vida donde, los acuerdos previos a cada proceso juegan un papel fundamental.

Desplegando todo su ser profesional, deberá poner en juego la empatía, entendiéndose como la capacidad de percibir, compartir y comprender los sentimientos y emociones de los demás, basada en el reconocimiento del otro como similar y a la vez como un legítimo otro. Tener la capacidad y disposición a identificar y reconocer lo que cada participante puede sentir, y ocuparse de eso.

Generar experiencias poderosas para provocar aprendizajes significativos, siendo particularmente “Equitativo” en su ser y su hacer con todos los interesados. Con un gran espíritu de servicio, y basado en su responsabilidad (entendida como la habilidad de responder), inspirar y provocar respetuosamente a los participantes a dar lo mejor de sí mismos, para transformar su desempeño personal y profesional. 

Demostrar compromiso total durante todo el desarrollo del proceso, poniendo en juego su capacidad de escucha activa y observación detallada a cada momento y con cada participante. 

El Facilitador experiencial deberá poner en juego toda su capacidad de conexión humana, siendo flexible para adaptarse con facilidad a las diversas circunstancias o para acomodar las normas a las distintas situaciones o necesidades que surjan sobre el proceso, sin dejar de lado los compromisos asumidos con el patrocinador del proceso. 

Ser coherente en lo que piensa, dice y hace, por lo cual será capaz de mostrar respetuosamente tanto a los equipos como a cada participante, sus observaciones respetuosas y neutrales. 

Mantener durante todo el proceso, una visión holística y sistémica, que garantizará que el cliente reciba sus observaciones y sugerencias particulares para cada equipo y cada participante. 

Después de la Realización del Proceso

Habiendo puesto en juego durante todo el proceso, una visión holística y sistémica, sintetizar y registrar sus observaciones y sugerencias particulares para el cliente y sus equipos.

Según el acuerdo establecido al iniciar el proceso con el cliente, ofrecer puntualmente informes profesionales orales y/o escritos que dejen constancia de su observación general y particular, sobre los aprendizajes evidenciados en los equipos y en los participantes, así como las sugerencias de acciones que debería seguir para hacer que el aprendizaje sea duradero. 

Ofrecer su disponibilidad posterior, para aclarar, ampliar, concretar, definir nuevas instancias tanto con el patrocinador, como con cada participante. 

5. De la Relación profesional entre colegas

La responsabilidad hará que cada Facilitador Experiencial pueda realizar de forma justa y profesional su trabajo y debe promover y mantener en la comunidad de Facilitadores Experienciales a nivel local, nacional e internacional un espíritu de colaboración, decoro y respeto mutuo, aún cuando existan diferencias ideológicas, teóricas y/o metodológicas.

Asimismo, como Facilitador Experiencial debe reconocer y respetar las necesidades, especializaciones, derechos y características personales de sus colegas y otros profesionales relacionados a nuestra actividad.

Un Facilitador Experiencial debe proceder de manera tal que salvaguarde la profesión y el buen nombre de sus colegas y en especial al colega a quien reemplace cuando sea necesario encargarse de sus asuntos profesionales. Los honorarios percibidos se destinarán según lo acordado previamente.

Exigir el cumplimiento del Código Ético cuando un colega viole algún principio, siempre y cuando la falta no exija la sanción de un cuerpo colegiado, en cuyo caso presentará ante dicho organismo la denuncia respectiva.

Todo Facilitador Experiencial tiene un profundo respeto por la propiedad intelectual ajena y cuando utiliza diversas fuentes para su trabajo, asimismo respeta y especifica el autor u origen, como las nuevas e innovadoras metodologías que otros colegas desarrollen, y si las aplica es con el aval del autor intelectual, como también el respeto de las investigaciones y trabajos elaborados en conjunto dentro y fuera de nuestra área de trabajo.

Abstenerse de intervenir en asuntos donde otro profesional esté prestando sus servicios, salvo que el cliente y el otro Facilitador Experiencial le autoricen para ello.

El Facilitador Experiencial debe mantener la lealtad comercial en todo momento con principios éticos y correctos tanto para sus clientes como colegas, dentro del principio de la libre competencia sin devaluar sus productos y servicios de manera que se pueda menospreciar el trabajo, la innovación y la propiedad intelectual del esfuerzo de todos los profesionales en esta área.

Es fundamental que el Facilitador Experiencial respete a los clientes de sus colegas y exija el respeto a sus propios clientes dentro de los principios de la libre competencia, sin emplear el desprestigio, menos precio u otras prácticas irregulares e inapropiadas para un profesional íntegro y ético.

6. De La Relación con la comunidad

El Facilitador Experiencial es un profesional que trabaja en distintas ciudades y países, con culturas y etnias distintas, con variados tipos de personas y profesionales por lo cual tienen una responsabilidad como profesional y líder de su capacitación, curso, ponencia o seminario por lo cual es responsable con los demás y consigo mismo a partir de las experiencias, con las personas y cultura que interactúa considerando la lengua, etnia, género, cultura, religión, educación, nivel económico,  etc. los estándares para hacer cumplir la ética moral social, los valores familiares, creencias religiosas, la moral, la integridad, etc. de cada sociedad donde se desempeña.

De este parámetro surge la responsabilidad social que el Facilitador Experiencial tiene con su comunidad y las diferentes comunidades donde trabaja, siendo esta una forma de reconocer  

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Comité de Integridad y Ética

América Latina, sábado 04 de septiembre de 2021

Código de Integridad y Ética vigente fue ratificado en la Asamblea Genera del 04 de septiembre de 2021.  Este Código se inició con el aporte inicial de 94 facilitadores experienciales de 14 nacionalidades en el taller desarrollado para el efecto durante el Congreso Mundial de Facilitadores Experienciales OTC en Bogotá DC, Colombia, el 31 de agosto de 2019 y fue analizado, complementado y estructurado en segunda instancia por el Comité de Construcción del Código de Ética conformado por Ángela de Lugar (CO), José Luis Scotto (AR), Kendrith Rodríguez (DO), Marcela Baudino (AR), Mayka McCalla (PA), Ximena Mejía (CO) y finalmente presentado el miércoles 12 de mayo de 2021 ante los Miembro Activos a través de Zoom por Ximena Mejía, Mayka McCalla, Marcela Baudino y José Luis Scotto, con la moderación de Kendrith Rodríguez.